En la actualidad occidental ya nadie se incomoda al ver una obra de arte que muestra el cuerpo humano desnudo, ya que como conocemos, refleja por lo general los estándares sociales para la estética y la moralidad de la época en que se realizó la obra.
Desde su faceta más terrenal relacionada con el erotismo, hasta la más espiritual, como ideal de belleza, el desnudo ha sido un tema recurrente en la producción artística.
Una de las culturas que más proliferó la representación artística del desnudo fue la Antigua Grecia, en donde se procuraba hallar en la forma humana un ideal de perfección que trascendiese la materia, para evocar el alma, la pureza de la unión entre cuerpo y espíritu. En palabras de Aristóteles: “el arte completa lo que la naturaleza no puede terminar, por el artista conocemos los objetivos inalcanzados de la naturaleza”. El desnudo por tanto debería ser idealizante, cualquier punto de realismo, permitía la entrada de la vulgaridad.
Obviamente desde la antigua Grecia el desnudo se ha desarrollado de forma paralela a la historia del arte Sin pretender analizar por qué hay más desnudos femeninos que masculinos (talvez en otro artículo), disfrutemos de estas obras de arte que abarcan muchas tendencias:
Representa a la Diosa del amor, Fue pintada para un miembro de la familia Médici, para decorar uno de sus palacios de ocio en el campo, esta pintura que corresponde al primer renacimiento donde se recupera el arte clásico griego y romano, dejando atrás lo medieval.
La maja desnuda es la primera figura femenina de la historia de la pintura que muestra el vello púbico, poniendo de manifiesto su originalidad. Además, no es ninguna imagen mitológica sino una mujer de carne y hueso, que rompió lo establecido de aquella época, claro el pintor tuvo que huir de la inquisición para evitar la hoguera.
Una curiosidad: la maja desnuda y la maja vestida, se cree que fueron encargadas por el todopoderoso Manuel Godoy, estaban montadas una sobre la otra mediante un ingenioso sistema de resortes, y dependiendo del visitante se accionaba el sistema para dejar ver a la maja desnuda.
Las señoritas de la calle de Avinyó, una calle de Barcelona donde abundaban los burdeles. un lienzo que rompió con el arte tradicional y dio paso al cubismo.
La sacerdotisa de Apolo, Sibila se le atribuía dones proféticos, es una pintura postmodernista, de este innovador pintor.
Desnudo descendiendo una escalera, N ° 2, fue rechazado en el Salón des Indépendants en París. Los cubistas alegaron que “un desnudo nunca baja las escaleras, un desnudo se reclina”. Al parecer, los desnudos sólo bajan las escaleras en los burdeles.
Una de las pinturas más audaces de las primeras vanguardias del siglo XX. La interpretación del cuerpo humano como una máquina en movimiento es una idea puramente futurista, verla sugiere una sensación de movimiento nunca vista hasta entonces. Como decía Duchamp “El arte tiene la bonita costumbre de echar a perder todas las teorías artísticas”.
Como lo mencionamos el desnudo ha ido cambiado su representación o su manifestación en paralelo al desarrollo del arte.
