Marcel Duchamp fue miembro fundador de la Sociedad de artistas Independientes, basados en Nueva York, cuyo objetivo era sostener exposiciones anuales por artistas de vanguardia, la primera exposición fue en mayo de 1917 que mostró mas de 2000 piezas de artistas internacionales, Marcel envió bajo seudónimo la famosa pieza de arte “La Fuente”.
Si bien las bases de la muestra de arte establecían que todas las obras serian aceptadas, “La Fuente” fue rechazada y retirada rápidamente.
Esta obra inició una auténtica revolución en el mundo del arte al demostrar que cualquier objeto mundano podía considerarse una obra de arte con tal de que el artista lo quitara de su contexto original, ampliando la explicación la gente que lo vio le quedo claro que este urinario por su forma de presentación dejo de serlo, y la pregunta que surge en el espectador, ¿este objeto ahora qué significado tiene?
“Hay una gran diferencia entre una pintura que solo se dirige a la retina y una pintura que va más allá de la impresión retiniana (una pintura que se sirve del tubo de colores como de un trampolín para saltar más lejos). Esto es lo que ocurre con los religiosos del Renacimiento. El tubo de colores no les interesaba. Lo que les interesaba era expresar su idea de la divinidad, en esta o aquella forma. Sin intentar lo mismo y con otros fines, yo tuve la misma concepción: la pintura pura no me interesa en sí ni como finalidad. Para mí la finalidad es otra, es una combinación o, al menos, una expresión que solo la materia gris puede producir”, afirmó Duchamp en una entrevista.
Se había inaugurado el arte contemporáneo….
Nota: El arte contemporáneo busca afectar las sensibilidades de los espectadores que cada vez son menos susceptibles a sorprenderse ya que casi lo ha visto todo, busca ir más allá de lo estético logra que el espectador tenga varias explicaciones de su significado, va a lo intelectual y conceptual.
Javier Jara